El gobierno brasileño ha rebajado su previsión de crecimiento para 2014 hasta el 0,9% desde el 1,8% de hace dos meses.
El informe de ingresos y gas del Ministerio de Planificación, sin embargo, mantuvo establecido su pronóstico de horror fiscal e inflación, un 6,20%.
El Banco Central de Brasil, no muy lejos, informa que los mercados financieros impiden un aumento del 0,30%.