La trama que saqueó las antiguas fábricas de la multinacional norteamericana Alcoa en Avilés (Asturias) y A Coruña (Galicia) creó un conglomerado de empresas «pantalla» valiéndose de terceras personas, entre ellas Luis Losada Gómez y Yessica Caterine Herrera Carrascal, cuya vinculación con las sociedades no deja de ser «ficticia» tratándose realmente de «testaferros» superpuestos para ocultar la verdadera dirección de las mismas. Esta es la principal conclusión a la que llegan los agentes de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) encargados del caso en un informe remitido en marzo a la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, María Tardón.
En su declaración ante la Policía Judicial, el propio Losada reconoció que uno de los supuestos cabecillas de la trama, Víctor Rubén Domenech, le ofreció ser administrador de System Capital Management y Alu Ibérica (la resultante tras la compra de las fábricas a Alcoa), «a cambio de una remuneración que aceptó por encontrarse en un momento de necesidad económica«. Tras abrir cuentas bancarias, Losada facilitó las claves bancarias a la red corrupta para que realizaran las gestiones a su nombre.
El «vaciamiento» de las cuentas acabó con los puestos de trabajo de casi 600 trabajadores de Avilés y A Coruña, dos fábricas que tras venderlas Alcoa al fondo inversor suizo Parter Capital, y esta al Grupo Industrial Riesgo, pasaron a denominarse Alu Ibérica AVL y Alu Ibérica LC, respectivamente.
EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del Grupo Prensa Ibérica, inicia con esta información una serie que desentraña la actuación del considerado por la Fiscalía Anticorrupción como grupo criminal que planeó la compra a la multinacional Alcoa de las dos fábricas por medio dólar cada una, y pocos meses después fueron revendidas por un valor de 13.100.000 euros a Logiplus Worldwide SL, una filial del Grupo Industrial Riesgo, controlado por los investigados Víctor Rubén Domenech y su pareja Alexandra Camacho Carrascal.
Kraken Payward
«Como ha quedado acreditado en diferentes escritos y finalmente a través del presente informe, el dinero que Domenech y Camacho Carrascal detrayeron de las cuentas bancarias [de la antigua fábrica de Alcoa de Avilés] (Alu Ibérica AVL) y de A Coruña (Alu Ibérica LC) fue dirigido hasta la plataforma de criptomonedas Kraken Payward», concluye el mencionado informe policial, tal y como adelantó esta redacción.
Y para hacer las transferencias de dinero utilizaron «cuentas puente» titularidad de las sociedades Ackermann and Schwartz Attorney, Viña y Sentido, Logiplus Worldwide y Gestión y Administración de Franquicias (GAFF).
Estas empresas, dirigidas por personas que trabajaban para los directivos del Grupo Industrial Riesgo, simularon servicios que eran facturados con el concepto de «pago de chatarra» a las plantas de producción de aluminio, que fueron, poco a poco, descapitalizándose.
Avilés y A Coruña
La Policía Judicial halló, en concreto, un ordenador marca Toshiba que contenía diversas facturas que evidencian que los integrantes de la trama objeto de Investigación se valieron de los fondos de las plantas de Avilés y A Coruña para transferir el dinero a la plataforma de criptodivisas Kraken Payward.
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«Como puede observarse, al abrir la cuenta en Kraken a nombre de Gestión y Administración de Franquicias S.L (GAFF)», indica la Policía en su informe, «se aporta toda la documentación de los administradores de la misma», en concreto de «Luis Losada Gómez y Yessica Caterine Herrera Carrascal, así como copia de la escritura de constitución de la sociedad«.
El importe total que, bajo los conceptos de «criptomonedas», se llegaron a transferir desde la cuenta de Logiplus Worldwide SL a las firmas controladas por lo que la UDEF califica de «testaferros» supera los 565.976 euros, que fueron enviados mediante 23 transferencias realizadas entre noviembre de 2020 y marzo de 2021.