No quiero arrancar sonando filosófico, pero, la realidad es que somos seres de luz y energía, y así como la energía positiva se acumula en una parte de nuestro ser, también lo hace la negativa.
Si usted, amigo lector, recuerda sus clases de física en el colegio, sabrá que hay un principio inviolable: “la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”. Es por ello que ante los retos que tenemos, debemos aprender a transformar nuestra energía interna para que camine con nosotros y no contra nosotros.
Paulo Coelho bien dijo “cuando deseamos algo con intensidad, el universo conspira con nuestros deseos y nos lo da”, así que, si en su mente solo hay pensamientos y energía negativa, ¿qué cree usted que vamos a atraer a nuestra vida?
Por otro lado, para que estemos cargados de energía positiva o, exportemos lo mejor de nosotros, no podemos juntarnos con personas que se parecen más a “tanques sépticos”, usted sabe, esos que solo saben hablar de problemas, para ellos nada bueno sucede, son quejicas profesionales, a todo le ven algo malo y conspirador, tiran su basura sobre sus hombros y, al final, ellos quedan livianitos y usted queda cargado de malas vibras.
Ahora bien, también estoy consciente de que la calma absoluta no es la ley del océano y que lo mismo ocurre en el océano de la vida, lo curioso del asunto es que casi todo el mundo parece tener una idea clara de cómo otras personas deben conducir sus vidas, pero muy pocos saben cómo hacerlo con la suya propia.
En lo personal no me gusta dar consejos, porque lo que funciona o funcionó para mí, no necesariamente aplica para otros porque existen millones de variables, sin embargo, si quiero aportar en este artículo algunos elementos que creo son clave para tener una vida más efectiva.
Elemento 1: para superar los pensamientos negativos, primero debemos identificar las formas que adoptan. Lastimosamente, la humanidad se cargó negativamente durante la pandemia, ya que sintonizaba las noticias todos los días y se llenaba de miedo. Recuerde, el miedo es una de las formas que adopta el pensamiento negativo.
Si bien el cerebro a menudo se vuelve negativo por defecto como un antiguo mecanismo de supervivencia, en especial cuando la vida cotidiana consistía en amenazas reales, hoy dicha situación puede seguir evolucionando para mejor (si queremos) y así evitar en gran medida que los pensamientos negativos rijan sobre nuestra identidad.
A mi modo de ver, la batalla de pensamientos positivos y negativos ya no es exactamente evolutiva, sino más bien espiritual, y cuando no alimentamos nuestro espíritu (que nada tiene que ver con religión) no alimentamos nuestro ser.
“Dudar de su capacidad es lo peor que puede hacer y es aquí donde, el saber, nos da poder. Si leemos, estudiamos y nos preparamos, la duda no debería ahogarnos”
Elemento 2: Trate de no dudar, aquí es donde empieza casi todo. Dudar de su capacidad es lo peor que puede hacer, y es aquí donde el saber, nos da poder. Si leemos, estudiamos y nos preparamos, la duda no debería ahogarnos. Pregúntese, amigo lector, qué le hace perder la confianza y le hace sentir débil e impotente. La duda puede convertirse en incertidumbre, miedo e inseguridad, y estas son formas de vida que apagan luces.
Elemento 3: Evite las distorsiones y comience a llamar los hechos y cosas con sus nombres reales y como son. A veces por querer silenciar a nuestro juez más duro, nuestra consciencia, nos engañamos a nosotros mismos.
Observe esta cadena: Una vez que duda de su habilidad y comienza a decirse que no es lo suficientemente capaz de hacer algo, su cerebro distorsionará su visión y acción. Le recuerdo, las distorsiones son pensamientos negativos y mentiras que decimos sobre nosotros mismos o sobre nuestros entornos que llegan a poner en riesgo nuestro futuro. Lastimosamente y con demasiada frecuencia muchos suelen creer en sus propias mentiras y luego quieren hacernos ver que el mundo es el que está mal.
Elemento 4: Evite el desánimo… Si necesita que lo carguen de energía, busque las fuentes adecuadas. La duda y las distorsiones a menudo conducen al desánimo y este, nos lleva a rendirnos. No deje que el desánimo domine su mente, se filtre en su alma y cause pesimismo, apatía y desesperanza.
Si para cargar su energía debe hasta salir de la ciudad y respirar aires nuevos, hágalo. Usted no es un árbol, no está plantado en la tierra, así que, si no le gusta algo, muévase de sitio, cambie de ambiente, amigos, pareja, ¡cambie todo aquello que le reste energía!
Elemento 5: Evite salirse de su enfoque. La distracción es cualquier cosa que impide hacer lo que más importa y que dé lo mejor de sí… ¿Un ejemplo?, pasar demasiado tiempo en las redes sociales (que son tóxicas) y vivir de banalidades que no ayudan a crecer ni a crear le cargarán rápidamente de negatividad.
Una vez que descubra las formas que adoptan sus pensamientos negativos y cuál es la fuente de ellos, podrá trabajar con sus fortalezas para cambiar su mentalidad.
Recuerde esto, amigo lector, su cuerpo entero, de extremo a extremo, no es más que su propio pensamiento en acción. Rompa las cadenas negativas y romperá también las cadenas de su cuerpo y, por favor, desde ya cambie su lenguaje, porque este viste a su pensamiento.
Cierro con esta magistral máxima de Gandhi: “Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino”.