Junts per Catalunya ha reunido este jueves a su comisión ejecutiva en Altafulla (Tarragona) para valorar la actualidad y encarar el período político. Una cita que ha transcurrido de forma plácida (salvo algunas críticas a los resultados de las elecciones municipales y algunas alianzas municipalistas) y marcada por el anuncio que ha hecho el ‘expresident’ Carles Puigdemont durante el transcurso de la misma: que será él quien fije el próximo martes día 5 de septiembre en una conferencia en Bruselas el marco negociador con el PSOE de cara a las conversaciones para un eventual acuerdo de investidura y que Sánchez no puede ni mucho menos dar por hecho o encarrilado el proceso de investidura. Junts ha cerrado filas, pero en la reunión ha aparecido una cuestión no prevista por ahora: la posibilidad de someter a votación de las bases un eventual acuerdo con el PSOE. La respuesta: no es el momento, todavía.
La cuestión ha surgido, fuera de los puntos oficiales del orden del día, cuando el diputado Joan Canadell, ha preguntado respecto a esta posible consulta, según varias fuentes. Cabe recordar que Junts ha hecho bandera en reiteradas ocasiones de ser una formación con una democracia interna avanzada que deja en manos de sus militantes las decisiones de calado. Sucedió con el pacto para la formación del Govern con ERC y con la decisión de dejar de formar parte de ese mismo Executiu.
Canadell ha obtenido una respuesta genérica de la cúpula, basada en la idea de que la ejecutiva tendrá siempre la última palabra, pero sin abordar todavía si se llegaría a efectuar tal consulta. El argumento es que la situación actual está muy lejos de la posibilidad de llegar a plantearse tal decisión en relación a los militantes porque todavía ni ha comenzado la negociación formal, tal como ha advertido Puigdemont este mismo jueves. La consulta a las bases permitiría a los más partidarios del bloqueo y de la confrontación con el Estado defender un eventual voto contrario al acuerdo con el PSOE.
Sin debate sobre la investidura
Precisamente ha sido el mensaje de Puigdemont en las redes sociales anunciando una conferencia el martes en Bruselas y alertando de que no hay todavía ninguna negociación en marcha, el que ha llevado a la dirección de Junts a cerrar filas pese a las diferentes visiones existentes sobre la posibilidad de pactar con el PSOE, tras el primer acuerdo con el partido socialista en relación a la Mesa del Congreso.
Por un lado, existen representantes del partido favorables a no desaprovechar la oportunidad de lograr una negociación beneficiosa para el autogobierno de Catalunya, pero evitando en todo momento una repetición electoral que pueda dejar a Junts sin el actual papel decisivo en la investidura. Otros, en cambio, creen que Junts no debe descartar la posibilida de forzar una nueva convocatoria electoral porque ello serviria para demostrar capacidad de bloqueo y una posición extremadamente exigente del independentismo frente al pactismo de ERC.
En cualquier caso, este debate queda en segundo término ante el contexto actual. El comunicado oficial no deja lugar a dudas: «La ejecutiva ha convenido que que sea el ‘president’ Puigdemont quien el próximo martes 5 de septiembre a las 11 horas haga público ante los medios de comunicación el marco que propondrá Junts a todo el que se interese por abrir negociaciones».
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La reunión también tenía previsto repasar el inicio de curso político y los retos del partido, tras las elecciones municipales y las alianzas posteriores que se forjaron, y tras la celebración de los comicios generales, que han dejado a JxCat en una posición decisiva, pero que supusieron un descenso notable de votos al partido. Un sector de la formación es crítico con los resultados obtenidos.
Por otra parte, y tal como avanzó EL PERIÓDICO, la reunión ha servido para acordar la creación de un núcleo reducido de dirigentes que tomará las decisiones ejecutivas al margen o por delegación de la ejecutiva, de la que forman parte unas cuarenta personas. Esta decisión se enmarca en la voluntad del partido de Jordi Turull y Laura Borràs de cohesionar el discurso interno y trabajar de forma más ejecutiva en el día a día. La comisión permanente mantiene los equilibrios internos entre partidarios del secretario general y de la presidenta.