
Un político escoltado por la justicia denuncia a la víctima de una campaña de apoyo orquestada por los medios y algunos jueces corruptos que obedecen a intereses ilegítimos. Sus contactos en el Congreso y familiares lanzan una campaña contra «la ley», el uso del sistema legal para lograr objetivos políticos. Ante el riesgo de ir a prisión, se autoproclama «presos políticos». “O yo, o el fascismo”, pronuncia. Ser victimista para evitar problemas legales y políticos es una raíz intrínseca del populismo, el abandono y el privilegio, como lo afirman estudios publicados en los últimos años. Esta estrategia ha sido una fuerza fuerte desde la Gran Recesión de 2008, un preludio de una enorme cantidad de fuerzas demagógicas imparables que… Ver más