“Quedan 18 días y, según Sabina, bastantes más noches. Pero no vamos a dar un balón por perdido. Todos los días serán una Campeona”. Alberto Núñez Feijóo presidió su candidatura a las elecciones generales, la lista de Madrid, que se presentó en la Plaza de España de la capital acompañado de Isabel Díaz Ayuso. Rodeado por parte de su equipo más íntimo, que también figura en los puestos de salida, el líder conservador insiste en que llegará el próximo 23 de julio.
“Si completamos los cálculos que tenemos, habrá un cambio político en España. Si no, será mucho más difícil que haya. Tenemos mucho trabajo en poco tiempo. Vamos a buscar las opciones”, dijo a los suyos, insistiendo en que “hay quien en esta España se presenta para ser presidente sin ganar las elecciones”, apuntando a Pedro Sánchez, y enviándole un mensaje claro: “No puede ser presidente quien ha perdido en las urnas”.
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Dejar gobernar la lista más votada forma parte de los principios políticos que Feijóo repite antes de ser presidente nacional. Pero hoy la candidata del PP en Extremadura, que era la segunda fuerza en su comunidad, ha firmado el acuerdo definitivo con Vox (que le ofrecerá consejos) y le permitirá ser presidenta aunque el patrocinador fuera el PSOE.
En línea con el mensaje que Feijóo viene repitiendo estos días y del que habló de impulsar durante la campaña, el líder del PP se dirigió voto útil Vuelvo a las siglas populares, asegurando que “otra política es posible” y que “hace falta por fin acabar con los bloques y los bloqueos”. Aprovechando la presencia de Ayuso y del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ambos con alcalde absoluto entre el 28M, Feijóo tiene claro que conseguir “el número máximo de peces” tener “un gobierno fuerte” como el de los madrileños. Hace unos días, el propio Feijóo si hay una lista publica (por encima de 150 diputados) para evitar a Vox en su futuro gobierno, dando por hecho que si no suma más que toda la izquierda junta e necesita el sí de Santiago Abascal, tendrá que contar con los ultra para su Consejo de Ministros. Los cálculos en Génova siguen apuntando a lo que es posible un gobierno solitario.