jueves, octubre 10

Fico cierra en Eslovaquia un tripartito prorruso

Once días después de las elecciones parlamentarias en Eslovaquia, Fico ha cerrado una coalición tripartita que hará girar el país del lado de Rusia y del nacionalismo. El nacionalista de izquierda y orientado hacia Moscú Robert Fico, ex jefe de gobierno que ha prometido en campaña «luchar contra Bruselas», volverá a ser primer ministro y podrá desde dentro bloquear las investigaciones en las que está implicado por corrupción. Peter Pellegrini, líder de los socialdemócratas más liberales, asumirá el cargo de Presidente del Parlamento, mientras que el socio de coalición más pequeño será el Partido Nacional Eslovaco (SNS), también prorruso y de extrema derecha.

Tras la firma del pacto, que ha tenido lugar este miércoles en Bratislava, Fico ha adelantado que quiere formar el Gobierno «lo más rápido posible», aunque aún no está claro cuándo podrá jurar el cargo. Por escrito, los tres partidos han firmado un memorando según el cual Smer, de Fico, ocupará seis ministerios en el nuevo Gobierno; Hlas de Pelegrini siete ministerios y el SNS otros tres, uno de ellos de nueva formación y a partir de enero de 2024.

El documento garantiza una política exterior basada en la membresía en la UE y la OTAN y al mismo tiempo «respetando los intereses nacionales de Eslovaquia», lo que rebaja el tono antieuropeo de la campaña electoral, pero sí mantiene lo prometido por Fico: si llegaba al poder, Eslovaquia seguiría ayudando a Ucrania, pero ya no con armas, sino sólo con ayuda humanitaria. También ha quedado acordado que la consolidación de las finanzas públicas no se llevará a cabo a expensas de los estándares sociales«, según Fico, que ha criticado el proyecto de presupuestos generales que había presentado Ludovít Ódor, una propuesta que, considera, no obliga en nada al nuevo gobierno. Fico ha avanzado además que el nuevo Gobierno „va a hacer frente de verdad a la inmigración ilegal« y a „las ideologías de género«. „Estamos preparados, experimentados y también instruidos. Y esta combinación de nuestras cualidades nos predispone a manejar el infierno al que nos dirigimos«, ha dicho al presentar el acuerdo. Según Fico, su gobierno seguirá el viejo proverbio eslovaco: „¿Demonios? Está bien, pero en un gran caballo blanco«.

„El memorándum firmado hoy corresponde plenamente a las prioridades e ideas del partido La Voz (Hlas), ha dicho por su parte Pellegrini, al que el resultado electoral convertía en hacedor de reyes y que hubiera podido igualmente abrir la puerta a un gobierno conservador y proeuropeo, „estamos tomando la decisión correcta porque ya no tenemos tiempo ni podemos permitirnos el lujo de un gobierno que tenga que aprender lo que es gobernar, o que necesite meses, si no años, para estar operativo, para eliminar las diferencias ideológicas extremas entre sus miembros«.

Fico ha avanzado además que el nuevo Gobierno „va a hacer frente de verdad a la inmigración ilegal« y a „las ideologías de género«

UE y OTAN

Pellegrini ha asegurado que garantizaremos que la membresía de Eslovaquia en la UE y la OTAN no se verá comprometida« y que, si se tomaran medidas para cambiar la dirección de la política exterior de Eslovaquia, su partido abandonaría el Gobierno. En sus propias palabras, „Europa no necesita preocuparse«. Pero eso supone que Smer se vería obligado a renunciar a buena parte de sus promesas electorales, como la exigencia de una reevaluación de las sanciones de la UE contra Rusia por su «ineficacia», con una retórica igual a la de Viktor Orbán, que ha estado usando su veto en el Consejo para obtener concesiones de otros estados miembros y de la Comisión. Smer también había prometido «estandarizar» las relaciones de Eslovaquia con Rusia y buscar «buenas relaciones amistosas y económicamente mutuamente beneficiosas» con todos los países.

En cuanto a las políticas de la UE, Smer quiere apoyar las ambiciones verdes de la UE sólo si no ponen en peligro drásticamente la competitividad de la UE y conducen a una reducción en el nivel de vida de los ciudadanos de la UE. Todo su programa electoral pivotaba en torno a la idea de priorizar los «intereses nacionales» de Eslovaquia sobre la política migratoria de la UE. Smer, por lo demás, es miembro del Partido de los Socialistas Europeos (PSE), que había advertido que una coalición con el „ultraderechista SNS« tendría consecuencias.

Corrupción

Pellegrini ha explicado su decisión como resultado del voto unánime de la presidencia de Hlas y se ha referido a posible problemas ideológicos en una hipotética coalición con la Eslovaquia progresista liberal y el partido conservador Demócrata Cristiano. El líder de Eslovaquia progresista, Michal Šimečka, ha dicho que no son más que «excusas» y que a Pellegrini lo vinculan con Fico «intereses más fuertes», en referencia a la necesidad de detener las investigaciones por corrupción en curso, que comenzaron después de que Smer dejara el Gobierno en 2020. Unas 130 personas fueron investigadas y más de 40 condenadas en casos políticamente sensibles de la era Smer. Hay testimonios que afirman que Pellegrini aceptó un importante soborno, pero no se han presentado cargos. Fico ha anunciado que una de las primeras medidas del gobierno será despedir al jefe de policía Štefan Hamran y al fiscal especial Daniel Lipšic, que dirigen las investigaciones.

El jefe del SNS, Danko, ha emitido un comunicado en el que se limita a afirmar que su objetivo común es calmar a la sociedad y estabilizar las finanzas públicas: „Estamos instruidos y listos para trabajar para la nación«. Su partido será un elemento radicalizador en el Gobierno, ya que el segundo al mando, Tomáš Taraba, es un exmiembro del partido de extrema derecha ĽSNS, cuyo líder fue condenado por difundir el simbolismo nazi. Las prioridades de Taraba en el Gobierno incluyen restringir la transición de género y ayudar a los medios «alternativos». En el pasado, también intentó reducir las sanciones por malversación de fondos de la UE. Tal acción podría activar el mecanismo de condicionalidad en Eslovaquia, ya que la Fiscalía Europea dijo que esto dañaría la directiva que protege los intereses financieros de la UE.