Jordania ha reconocido que participa en el bombardeo de Estados Unidos y sus aliados lanzaron el martes sobre los objetivos del autodenominado grupo Estado Islámico en Sira.
El ministro de Información del país, Mohamed al Momani, dijo que los detalles de la intervención en Jordania se explicarán en su «debido momento para las fuerzas armadas».
Y agregó: “Nuestra participación es consecuente con nuestra posición, es velar por la estabilidad y seguridad de nuestro país y nuestras fronteras”.
Al inicio de la operación, fuentes militares indicaron a la BBC que varios estados árabes están participando en la campaña.
Jordania es el primero en confirmar su participación. Los otros países incluidos son Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Bahréin y Qatar (este último con apoyo logístico).
El 11 de septiembre, esos países firmaron un comunicado en el que se compmetían a combatir a Estado Islámico.
La decisión de atacar a EI por primera vez en Siria (EE.UU. ya ha atacado al grupo en Irak) fue tomada por el General Lloyd Austin, jefe del Comando Central de EE.UU. «bajo la autorización dada por el comandante en jefe», dijo el contraalmirante de EE.UU. Juan Kirby.
Siria no ha autorizado formalmente ataques en el territorio.
El mes pasado, el canciller sirio, Walid Muallem, dijo que EE.UU. debe coordinarse con Damasco antes de lanzar un ataque.
“Cualquier otra cosa será considerada agresión”, agregó.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que mantiene a la gente sobre el terreno, dice que más de 20 combatientes del EI están en posiciones por encima de las posiciones del grupo en Raqqa, una base importante para las operaciones del grupo yihadista en esta Siria.
En su página de Facebook, la OSDH también informó que la aviónica de la coalición ha lanzado nada menos que 20 ataques contra esta ciudad y sus propietarios.
El Estado Islámico controló grandes extensiones de Siria e Irak después de imponer una versión extrema del Islam y declarar el establecimiento de un califato.
De acuerdo con la CIA, el grupo cuenta con hasta 31.000 combatientes en esos países.
El Estado Islámico ha ejecutado a soldados prisioneros, trabajadores de ayuda humanitaria y periodistas, y ha provocado asesinatos en masa de menores religiosos iraquíes.