martes, enero 21

La economía en la carrera del 23J

A mediados de mayo, antes de su reunión anual, el Círculo de Economía publicó una nota de opinión sobre lo que reivindicaba el consenso ante el «estancamiento» de la economía catalana y española. La nota, que fue difundida de cara a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, insistía en necesidad de abandonar la crisis política. La campaña electoral, sin embargo, ha agudizado el hecho de que como el debate político es en España, que se debate muy poco y mucho la proclamación de entregas y lemas llamativos para desprestigiar al adversario más que para pactar argumentos al electorado. Allá carrera del 23J corre el riesgo de caer en la miserable simplista reducción y dejar de lado asuntos que contagian la salud de la ciudadanía, como es la situación económica.

Uno de los puntos fuertes de la estrategia de Pedro Sánchez p.ej sacar el pecho de las medidas economicas aprobado por su gobierno que siguió a la crisis, la primera del covid y después de la guerra de Ucrania. Efectivamente, España tiene actualmente buenos indicadores económicosen cuanto al crecimiento de los impíos (20,8 millones de trabajadores activos en mayo) y algunas actuaciones del gobierno de coalición han mitigado los efectos negativos de la coyuntura internacional (el escudo social durante la pandemia o el techo del precio del gas para fermer la escalada energética, por poner dos ejemplos).

Sin embargo, existen suficientes incertidumbres como para no decir que la economía española está a salvo de recaídas. Más recientemente, la oficina de estadística Eurostat confirmó esta semana que la eurozona entró en recesión técnica al encadenar dos trimestres negativos consecutivos, rumbo a Alemania. No tiene por qué ser un tecnicismo, quizás estemos hablando de un -0,1%, y hablar de una recesión económica precisamente que debe producir un equilibrio sostenido de la actividad y la mano de obra, algo que no ocurre en la eurozona y menos en españa Pero sí, él observa uno desaceleración del PIB; que el inflaciónincluso en la bahía, todavía estamos parados en la parte superior de la meta del 2%, y se supone que el Banco Central Europeo seguirá con su política monetaria de someterse a los tipos de interés. Un código que tiene todas las probabilidades afectará capacidad de consumo y gas público.

Volviendo a la nota del Cercle, que alertaba del «estancamiento» del nivel de vida (tras la convergencia del PIB per cápita con Europa desde el año 2000), los empresarios rebajan el triunfalismo del gobierno sobre la situación económica del país. Y tampoco el Cabra montés parece corroborar esta bonanza, como yo escribió Martí Saballs Pons en un artículo de este diario, en lo que explica que Sánchez es el único presidente en cuyo mandato la evolución del selectivo español es negativa. El Gobierno ha adoptado en ocasiones un discurso en contra de las grandes empresas, ignorando el papel de estas como motor económico.

En los próximos días, los candidatos electorales obviamente están ensombrecidos por desviar la atencion hacia medidas populistas que implican compromisos de gasto con un retorno social muy hipotético o en generar ruido político con proclamas patrióticas y verdades mediáticas apelan a votar con emoción y no con razón. Una comparación trivial que empobrece el debate, que pasa de puntillas sobre la necesidad de una gestión racional del gas, del déficit y de la deuda y que desaprovecha la oportunidad de hablar de lo que realmente afecta a las personas.