
La explosión hace un año de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 ha hecho que la Alianza Atlántica recurra a drones submarinos y a la inteligencia artificial en un intento por disuadir a Rusia en sus ataques a infraestructuras críticas
Los escenarios de dónde puede ser vulnerable la OTAN son casi interminables. Por tierra, mar y aire, las amenazas, sobre todo desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania, se han multiplicado y los esfuerzos de la Alianza Atlántica para responder a ellas, también.
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