Entre las previsiones del servicio de seguridad de la casa real holandesa podía estar un atentado terrorista, un accidente, quizá incluso el ataque de un estado hostil. Pero en septiembre de 2022, a raíz de la escucha de unos mensajes entre narcos, tuvo que incluir en el cuadro de amenazas a la mafia del hachís y la marihuana. La Mocro Mafia -entramado neerlandés del narcotráfico controlado por capos marroquís- tiene entre sus objetivos a la princesa Amalia de los Países Bajos, y también al primer ministro dimisionario, Mark Rute. La princesa lleva un año con sus movimientos muy limitados por razones de seguridad, como ha admitido su casa real.
Una princesa heredera bajo amenaza de muerte no es un escenario precisamente usual. Desde el asesinato de J. F. Kennedy, no se había producido un señalamiento mafioso tan directo contra los dirigentes de una democracia. Y no es una cuita local: las bandas que pretenden asestar un golpe a la cúpula del Estado holandés pelean por monopolizar la distribución de marihuana y hachis en el norte de Europa… con suministradores en el Campo de Gibraltar, Huelva, Almería, Málaga y Alicante.
La Mocro Mafia no solo vende hierba y resina cannábica. Para su tráfico de cocaína tiene activos lazos con los carteles sudamericanos, atraidos por el control que ostentan del puerto de Rotterdam. Es un mando conquistado a base de eliminar a balazos la resistencia en la ciudad holandesa… o enviando sicarios a por capos exiliados en la costa del Sol.
Las provincias andaluzas donde esta red del norte tiene sus importadores es el área de actuación especial en el que, esta legislatura, Interior emprendió una guerra antinarco para recuperar la autoridad del Estado. La pérdida de control se había evidenciado el 6 de febrero de 2018. Veinte peones de la droga asaltaron el hospital de La Línea de la Concepción (Cádiz) y se llevaron de allí a su patrón, S.C.D., a quien los agentes habían pillado en una descarga en la playa. Los narcos entraron, superaron a la Policía, rompieron las esposas con que el jefe estaba atado a una tubería, y lo sacaron de allí en menos de diez minutos.
Otra alianza atlántica
Bajo el turno de la presidencia española de la UE, los ministerios europeos de Interior quieren fabricar una tenaza euroamericana contra esa entente criminal que funciona a uno y otro lado del océano. Se disponen a construir lo que el ministro Fernando Grande-Marlaska llama “alianza atlántica” contra el crimen organizado.
Sirve para el proyecto la experiencia acumulada estableciendo pactos operativos y de inteligencia con los gobiernos de los Balcanes y de Estados Unidos. De ello hablaron en su reunión informal de Logroño del pasado dia 20
Por eso el próximo 28 de septiembre, en el siguiente consejo JAI (ministros de Interior y Justicia) estarán presentes los ministros de 12 países del CLASI, el Comité Latinoamericano de Seguridad Interior, con los que España pretende impulsar una declaración conjunta.
Hay prisa en España y en Holanda, y en casi toda Europa, por cumplir con la agenda de objetivos de Interior. La próxima presidencia europea, que a partir de enero ejercerá Bélgica, se considera un periodo poco útil, pues a mitad de semestre la actividad legislativa se atrancará en los preparativos de las elecciones europeas. Y después le toca presidir a Hungría, con uno de los gobiernos más euroescépticos del continente.
Más violento cada vez
Cuando las mafias libran guerras entre sí, por sordas que sean terminan aflorando los muertos en lugares inopinados de Europa. Fue un senderista que recorría la sierra de Novelda el que halló hace dos semanas los últimos restos, unas zapatillas y unos huesos, de un marroquí desaparecido en la localidad alicantina de Aspe. El cráneo tenía un agujero de bala, el tiro que se llevó cuando, con otros de su banda, asaltó el chalé de unos narcos polacos para robarles un cargamento de droga. Los polacos se llevaron el cuerpo y lo malenterraron en el monte.
“El crimen organizado es una de las principales amenazas para la libertad y la seguridad en Europa”, insisten fuentes del equipo ministerial de Interior. En la cúpula de ese departamento llevan toda la legislatura constatando que las redes mafiosas “usan de manera creciente la corrupción y la infiltración en la economía legal”, incluso “la desinformación y otras amenazas híbridas”. En su faceta más visible, la violencia, hay un consenso europeo en que sus manifestaciones más graves se asocian, sobre todo, al narcotráfico.
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La creciente letalidad de las mafias en Europa se torna más inquietante ante una constatación realizada hace una semana en Logroño por la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson: “La batalla contra la delincuencia organizada y sus vínculos con el tráfico de drogas es una batalla que no estamos ganando”, admitió para añadir: “Cada vez son más profesionales, más organizados y más violentos”.
Del encuentro bajo presidencia española ha trascendido que la Comisión Europea comparte la necesidad de fortalecer las herramientas policiales de la EMPACT (Plataforma Multidisciplinar Europea contra las Amenazas Criminales). “Hace falta una red para derrotar a otra red”, resumió Johansson. En otoño, Europa estará embarcada en una ofensiva antinarco.