La reanudación del diálogo entre el Gobierno de Venezuela y la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), que representa a la oposición, ha creado muchas expectativas. Horas antes de que llegaran ambas delegaciones a Barbados, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, auguró que los acuerdos que se suscriban serán «beneficiosos» para la oposición.
«Estamos en las puertas de tener acuerdos beneficiosos para el país en el marco de la ley y la Constitución, puedo decir que esos acuerdos serán muy beneficiosos para la paz, porque la paz hay que cuidarla, serán muy beneficiosos para las venideras elecciones», dijo en su programa semanal el líder chavista, que afirmó que los acuerdos contemplan «garantías electorales» mediante el uso de un sistema automatizado, con captahuellas, así como la «garantía» de auditorías previas y posteriores, según recoge Efe.
Horas antes de que se retomaran las negociaciones, la prensa estadounidense aseguraba que el Gobierno de EE.UU. y el venezolano habrían llegado a un acuerdo por el que Washington levantaría las sanciones a la industria petrolera de Venezuela a cambio de que se celebraran elecciones libres en el país.
Expertos consultados estimaban este martes que de la reunión en Barbados puede salir un primer acuerdo en el que, a cambio de flexibilizar sanciones, se permitan las primarias opositoras, se elabore un cronograma electoral para 2024, se liberen presos políticos y, el punto más álgido de la agenda, se estudie levantar inhabilitaciones políticas, que afectan, entre otros, a la candidata María Corina Machado, la favorita para alzarse como candidata única en las primarias del próximo domingo y convertirse en la rival de Maduro; y Henrique Capriles. El líder chavista aspira a la tercera reelección presidencial en el 2024, que constitucionalmente se celebran en diciembre, pero que el mandatario ha mostrado la posibilidad de adelantarlas.
El diálogo entre el Ejecutivo de Maduro y la oposición comenzó en 2021 en la capital de México con la firma de un memorándum de entendimiento, pero en octubre de ese año fue suspendido tras la extradición a EE.UU. del empresario colombiano Alex Saab, acusado de lavado de activos y señalado de ser un testaferro de Maduro, que hizo una fortuna con la importación de alimentos para los pobres y la exportación de petróleo y minerales.
La delegación del régimen venezolano que aterrizó este martes en Barbados llegó encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, el diputado Nicolás Maduro Guerra, hijo del presidente, y Camila Fabri, la esposa de Alex Saab, entre otros.