
Alberto Núñez Feijóo ha estado cuatro veces en Badajoz desde que es líder nacional del PP y su partido no le ha causado mal desde entonces. Tanto que querido dar el primer mitín de la campaña electoral en la capital pacense, acompañado de tres ganadores: María Guardiola, que la próxima semana se convertirá en la primera mujer presidenta de la Junta de Extremadura, y de los alcaldes de las dos capitales de provincia de la región, Badajoz y Cáceres, Ignacio Gragera y Rafael Mateos.
Feijóo escuchó que estos viernes estaban detenidos y respaldados por los resultados electorales municipales y autonómicos del 28M en Extremadura y estaba para echar un capote a Guardiola, que acaba de firmar una semana antes el acuerdo con Vox que le otorgaba la llave del gobierno regional. Una sagaz que el líder de los populares enumeró expresamente, sin mencionar en ningún momento a la ultraderecha. «Ojalá todos los pactos que se hicieron en España en los últimos años fueron igual de transparentes que en Extremadura», ah defendido. Tras dejar constancia de que había visto cómo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había negado sus acuerdos con Bildu, había aplazado el Gobierno de Navarra a un pacto tras las elecciones y ofrecido el indulto a Puigdemont. «Ojalá no nos hubiésemos enterado de lo que hay davvero detrás de esos pactos», criticó. Por eso, «decir al sanchismo que dé lecciones de pactos cuando no son capaces de acreditar el que pactan, es sarcasmo, no hacemos pactos de vergüenza, pactamos con los papeles, con los contenidos, con publicidad y con el corazón ».
Feijóo ha estado en Badajoz para pedir el voto de su partido, por eso «en España no hay bloqueo ni bloqueo» y por eso «los españoles sepamos el 23 de julio por la noche quién va a ser el presidente del Gobierno de España los próximos cuatro añossin trampa ni cartón, directamente».
Las críticas al «sanchismo» centraron gran parte de la intervención del líder nacional del PP, que cerró el mitin. «La mejor noticia es quedan dos semanas para dejar atrás el peor gobierno de la democracia», defendió. Un gobierno -remarcó- que se caracteriza por la división, las chapuzas y el uso de las instituciones. «Nunca venderé a Extremadura en un avión o en un helicóptero del Estado porque son del Estado, no del partido», ha declarado.
Cómo recordar también que hay ministros que el primer cargo que han ocupado es el de ser ministro, frente a las listas de candidatos al Congreso de Cáceres y Badajoz. Delaware Cristina Teniente detacó que fue consejera, vicepresidenta y diputada. «No va a aprender en el Congreso, llega aprendida». Mientras que Antonio Cavacasillas lo define como «un caballero de la politica». Esas son sus credenciales.
Sobre todo cómplice si se mostró con Ignacio Gragera, de quien dijo que «es la cabellera más importante del PP en España» y al que pusó como ejemplo. No en vano se ha logrado la mayoría absoluta. «Vengo aquí a deciros que ese 44% largo de porcentaje de voto que ha conseguido el alcalde de Badajoz sería un buen porcentaje para empezar en las elecciones generales de España».
Presidente
Sobre todo elogió a María Guardiola, que «tiene mucha enfermedad» y detacó que es una mujer «brillante y feroz y gracias por ser una mujer brillante y feroz será la primera mujer presidenta de la comunidad autónoma de Extremadura», un comunicado que fue recibido por los presentes (más de 800 en el Crystal Palace del Hotel Río) al grito unánime de «presidente, presidente», que se repitió en distintos momentos de la tarde acompañado de aplausos.
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Antes de Feijóo había hablado con Guardiola, que se sintió crecida por los resultados que la respaldan y que le permitieron creer que en Extremadura si tuvo éxito, el cambio también es posible en España. «Extremadura no es socialista, presidente, por mucho que lo digan», recordaba el que sería proclamado presidente de la Junta la próxima semana. «Vamos aseguir rompiendo moldes», insistió. «Estábamos cansados de escuchar que era imposible, que de Madrid para abajo era imposible, pero aquí estamos, ver para creer, creer para ver, aunque a mí me gusta más escuchar para hacer», manifestó. «Extremadura no es de ningún partido, es de quien la respeta», subrayó.
A respeto que pasa por atender sus demandas, entre ellas una tren digno. Y en ese contexto, Guardiola intentó comprometer a Feijóo, relata al Gobierno, al que su ministro de Fomento visita Extremadura cada tres meses para dar cuenta «de estos tren que nos merecemos». Porque esta región, «no quiere privilegios, que son lo contra a la justicia social». Así quiere que no se tarde más de 7 meses en detener a una empresa en la calle que una de las dos capitales de provincia o seis meses en declarar zona catastrófica. Como buen anfitrión, para dar a luz a Feijóo, Guardiola pidió recuperar el expediente de su campaña en Galicia en 2006: «Chegou o momento».