Pedro Sánchez no solo quiere ser investido nuevamente presidente del Gobierno, sino que quiere que su próximo mandato dure cuatro año. Para ello, el líder del PSOE se afana en buscar un acuerdo de legislatura con la media decena de partidos que necesita para alcanzar la mayoría absoluta. Este martes se ha reunido con los portavoces de BNG y PNV para recoger sus demandas y transmitirles su intención de sellar un pacto que vaya más allá de su investidura y de la aprobación de los Presupuestos para el 2024. Sin embargo, ambas formaciones enfrían esa ambición de Sánchez y ven complejo un acuerdo a tan largo plazo.
Tanto Nestor Rego (BNG) como Aitor Esteban (PNV) han salido de su respectiva reunión con Sánchez con el mismo guión bajo el brazo. Han sido encuentros «cordiales» en los que han tratado temas generales y han dejado claro su «mejor voluntad de diálogo» y de cerrar un acuerdo. Ahora bien, no será hasta la próxima semana cuando se reunan los equipos negociadores con «papeles» sobre la mesa. Más allá de esta predisposición a entenderse con el PSOE, ambos portavoces han sido rotundos a la hora de asegurar que Sánchez no cuenta ahora mismo con sus ‘síes’.
Sobre la intención de Sánchez de que los acuerdos que se cierren permitan que la legislatura llegue hasta el final, ambos dirigentes se han mostrado escépticos. Esteban ha rebajado ese deseo del presidente del Gobierno en funciones, aunque ha admitido que lo lógico sería que el acuerdo de investidura incluyera también un entendimiento para los próximos Presupuestos: «Si le vas a dar una oportunidad a través de la investidura tendrás que darle el mínimo para ir adelante». Fuentes del BNG ni siquiera se atreven a especular con esta posibilidad y recuerda que no han respaldado ninguno de las Cuentas públicas presentadas por el Gobierno de coalición.
Buscar la estabilidad
Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha calificado la ronda de contactos encabezada por Sánchez con los grupos como de una «primera toma de contacto». Los socialistas siguen así dilatando la fecha para la investidura, habida cuenta de que asumen que hasta la próxima semana no se iniciarán las negociaciones sobre los «contenidos«. Según ha explicado López, «los grupos vienen a trasladar las orientaciones e indicaciones de por dónde van a ir, en las negociaciones que se iniciarán de forma más concreta la próxima semana». Encuentros que ha calificado de «cordiales y cercanos».
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Pese a las reticencias del PNV y el BNG, ha insistido en vincular el acuerdo de investidura con el de legislatura. Esto es, para poder completar el mandato de cuatro años. La única garantía para ello pasa por acordar también la aprobación de los Presupuestos. «Queremos acuerdos para que haya gobierno progresista en los próximos cuatro años«, ha concretado. De garantizarse estos apoyos para las próximas cuentas de 2024, el Ejecutivo tendría oxígeno para llegar al menos hasta el ecuador de la legislatura. Con todo, la estabilidad no está garantizada porque la aritmética parlamentaria salida de las urnas hace que todos los socios potenciales de la investidura sean necesarios en la votación de cada ley.
Los socialistas siguen convencidos en que saldrá adelante la investidura y determinados en hacerlo de la mano de los partidos del bloque soberanista con quienes deberán entenderse ley a ley. «Lo que hay es una voluntad para el acuerdo», confió Patxi López en los interlocutores que se han reunido ya con el presidente del Gobierno en funciones. El mismo optimismo que trasladan desde la Moncloa.