El líder del PP, Daniel Sirera, no se resigna a las aritméticas del Ayuntamiento de Barcelona. A contracorriente, mantiene su tesis intacta: pide al alcalde Jaume Collboni que gobierne en solitario todo el mandato y que apruebe los presupuestos sin casarse con nadie, mediante concesiones a todos los partidos. Si no sigue su consejo y recurre a una moción de confianza, el que no se casará no nadie es Sirera: no descarta participar por acción u omisión en maniobras para construir una mayoría alternativa.
Esta semana el presupuesto 2024 del Ayuntamiento de Barcelona ha superado el trámite inicial por los pelos, menos de 24 horas antes de la votación ERC y Comuns anunciaron su voto a favor. El resto de la oposición, incluido el PP, votó en contra. La aprobación definitiva es dentro de un mes: ¿Tiene decidido qué hará el PP?
Aún no. Queremos influir en el presupuesto para que Barcelona vuelva a ser una ciudad segura, limpia y con luz suficiente y que los barrios reciban inversiones. Pero Jaume Collboni nos ha presentado unos presupuestos que podría haber firmado Ada Colau y además llegó a la votación con un acuerdo cerrado con ERC. Eso hace muy difícil a un gobierno minoritario poder negociar con otras fuerzas políticas. Lo que tenía que haber hecho es hablar con todos los grupos para aprobar el presupuesto entre todos.
¿Usted se ha reunido con el gobierno socialista para los presupuestos?
Me he reunido con el teniente de alcalde Jordi Valls, pero más que una negociación nos explicó los presupuestos que proponen. El PP le trasladamos que había partidas y cosas que cambiar, pero ahí estamos. Estaban dispuestos a hablar, eso sí. Entre otras cosas porque una vía para aprobar el presupuesto es presentar una moción de confianza… que pueda superarse. Y ahí el PP tiene también mucho que decir.
No está cerrada, entonces, la puerta de un pacto PSC-PP paralelo al de PSC-ERC, aunque suene exótico.
Cuando tú llegas a un acuerdo con una fuerza política, ya estás marcando hacia dónde quieres que vaya el presupuesto. Es un error haber pactado con ERC antes de haber negociado con todos. El mismo error que cometió Xavier Trias en la investidura: sin tener la mayoría resuelta, presentarse con un acuerdo con un solo partido. ¡Con el mismo partido, además! No quiero que el PP tenga la exclusividad de negociar con Collboni, pero hay 60.000 personas que votaron al PP y fuimos determinantes en la investidura.
Daniel Sirera (PP) en el Mirador del Ayuntamiento de Barcelona / Elisenda Pons
La aritmética del pleno es muy peculiar este mandato. Aunque sumara los cuatro votos del PP a los cinco ya logrados de ERC, Collboni aún no aprobaría el presupuesto. ¿Cómo puede hacerse indispensable el PP, sin llave de la mayoría?
Con la legitimidad que nos da haberle hecho alcalde, a condición de que no gobernara con los separatistas ni con Ada Colau. Cada vez que veo al alcalde o hablo con él le pido que no pacte gobierno con nadie. Que hable con todos y que apruebe unos presupuestos con los que nadie se sienta ni muy contento ni muy perjudicado.
«El PP quiere influir en el presupuesto para que Barcelona sea segura, limpia y con luz»
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Difícil unanimidad…
La alternativa es pactar los presupuestos solo con ERC, un partido que no tiene un modelo de ciudad expansiva ni quiere atraer inversiones, sino todo lo contrario. El mensaje que se lanza es muy perjudicial. Jaume Collboni pone a Barcelona de nuevo al servicio de Pedro Sánchez: no es casualidad que presente ahora sus presupuestos a votación, cuando se empiezan a negociar los de la Generalitat.
Parece ser el único líder de la oposición contrario a mezclar pactos de gobierno y de presupuesto.
Porque las prioridades del PP no son las de Ada Colau, Xavier Trias y Elisenda Alamany. Nosotros no queremos una silla en el gobierno municipal a cambio de nuestro voto. Eso es malo para Barcelona.
Si no hay aprobación mayoritaria, de qué es más partidario: ¿cuestión de confianza o prórroga presupuestaria?
Lo que preferiría es que el alcalde decidiera gobernar y pactar con todos.
Daniel Sirera (PP), hijo de la guardia urbana, con un casco viejo de la policía de Barcelona que sujeta / Elisenda Pons
No me ha respondido… Lo intento de otro modo. Una moción de confianza solo supone un peligro si la heterogénea oposición actual se uniera para pactar un alcalde alternativo. ¿Tiene eso alguna viabilidad? ¿Habría candidato?
No lo sé, pero en política no hay nada imposible. No estoy en esa pantalla, como dicen los modernos. Mi partido apela a la responsabilidad de todos y yo quiero participar en los presupuestos para priorizar cosas importantes como la seguridad, la vivienda o la limpieza. Pero es el alcalde quien debe querer realmente llegar a acuerdos y creo que ahora mismo está en otra cosa. No sé cuál, pero está en otra cosa. Si me pregunta si yo sería capaz de llegar a un acuerdo con otras fuerzas políticas para cambiar de alcalde, le digo que no es lo deseable. Las alternativas no son mejores para la ciudad. Pero Collboni tiene que saber que no le he dado un cheque en blanco y que me puedo sentar a hablar de Barcelona con quien sea.
¿Ya lo ha hecho? ¿Se ha sentado con otros grupos de la oposición para valorar mayorías de bloqueo?
No somos partidarios de bloquear nada. Pero en el Ayuntamiento es habitual encontrarte con concejales de Junts, de los Comuns, de ERC… Tenemos buena relación y con todos hablo de cosas buenas para la ciudad. Yo estoy dispuesto a hablar con todo el mundo que quiera que Barcelona vaya mejor, no que ellos vayan mejor.
«Collboni querrá presentarse de nuevo y a mí solo se me engaña una vez»
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En vista de lo que está costando el presupuesto, ¿de verdad es viable un gobierno en minoría del PSC todo el mandato?
Es viable y ya llevamos ocho meses. Falta el presupuesto. Lo dije en la investidura y lo reitero: no quiero un gobierno en manos de separatistas ni populistas. La inmensa mayoría de barceloneses respiran más tranquilos así. Y por eso pido que siga en solitario Gobernar con 10 concejales te obliga a trabajar mucho y a hablar mucho, pero es lo que Barcelona dijo en las últimas elecciones.
¿Ve descartado un pacto PSC-Junts?
Espero que no llegue.
¿Y un tripartito? Sigue sobre la mesa más por los llamamientos de Ada Colau que por los gestos del alcalde.
Entiendo que a Ada Colau no le apetezca recordar que el PP puso como condición que ella no estuviera en el gobierno municipal. Y que por eso ella, minutos antes de la investidura, tuvo que hacer un comunicado diciendo que pasaban a la oposición, porque si no el PP no hacía alcalde a Collboni.
Las prisas y la propia naturaleza de una investidura no permiten firmar este tipo de compromisos. ¿Qué le lleva a pensar que esta condición se mantendrá hasta 2027?
Pues no depende de mí. Pero con los socialistas poco cambia haberlo firmado o no, luego hacen lo que quieren. Lo estamos viendo con Pedro Sánchez. Pero Collboni sabe que mi condición para hacerle alcalde era que no gobernaran los Comuns en Barcelona. Me puede mentir, puede desdecirse, pero en política la vida es larga.
«Llevar a votación el presupuesto tras pactar con ERC es el mismo error que cometió Trias»
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¿A qué se refiere? ¿Le negaría los cuatro votos del PP indefinidamente, para cualquier proyecto?
Habrán otras elecciones municipales, falta mucho pero llegarán. Collboni querrá presentarse de nuevo y yo también me voy a presentar. Puede que entonces vuelva a necesitar los votos del PP. Y, como yo siempre digo, a mí solo se me engaña una vez.
Déjeme hacer una comparación dolorosa. Manuel Valls entró en el consistorio con un golpe de efecto: hizo alcaldesa a Ada Colau para que no lo fuera Ernest Maragall. Pero después de ese minuto de gloria, su influencia se fue apagando y dimitió siendo casi irrelevante. ¿Ha temido que le pueda pasar a usted?
Soy consciente de que tengo cuatro concejales y 62.000 votos. Lo hice alcalde como el mal menor, porque el mejor alcalde para Barcelona… ¡era yo! [Ríe] Sí, esto no pudo ser, desde el primer minuto dedicado a construir una alternativa razonable y sensata. Esa ciudadanía, aunque no forma parte del PP, por tanto nos convierte en el partido que no está para una silla, hasta arreglar las cosas. Y espero que el PP quiera convertirse en protagonista, porque eso significa que la política de seguridad, limpieza o movilidad tiene un peso más importante en el supuesto.