viernes, septiembre 20

Javier Milei enfrenta su segunda general en cinco meses de Gobierno

Esta vida se desarrolló exactamente cinco meses después de la llegada a la Casa Rosada del presidente argentino Javier Milei. Pero Lejos es el país de las celebraciones: con una crisis galopante y un fuerte descontento social, el Gobierno ha hecho este jueves a la segunda huelga general Luego de llegar a lo alto del campo albiceleste, era el 10 de diciembre. El cese de actividades impulsado por los gremios tuvo como objetivo protestar contra la política de ajuste implementada por la actual gestión y las reformas laborales que buscan poner en movimiento al funcionario.

A diferencia de las primeras elecciones generales, que tuvieron lugar el pasado 24 de enero en Argentina, esta actividad no estuvo acompañada de un gran movimiento, hasta que se centró de manera general en diferentes sectores. Entre ellos, gran parte del transporte, salud, educación y banca. En otros países, como Francia, se produjeron manifestaciones en Cabo en apoyo a la huelga.

Desde la primera hora de los partidos argentinos pudieron anunciar grandes diferencias respecto a una jornada laboral habitual. La huelga anunciada y convocada para el Confederación General del Trabajo (CGT) Si se escuchaba en las calles que, si eran muchos los comercios que habían decidido permanecer abiertos, pesaba sobre las fuerzas -porque la crisis actual les obliga-, los clientes se marchaban y habían notado con fuerza la escasa actividad. Junto a la CGT, se han sumado otras empresas como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), los Obreros Metalúrgicos (UOM) y los Obreros de la Construcción (UOCRA).

Sin posibilidad de utilizar el metro, con todos los mostradores cerrados y los hospitales atendiendo exclusivamente a emergencias, la jornada de la juventud funcionó casi al nivel de un día festivo. Dado el contexto de fuerte crisis actual, muchos deudores comerciales se han visto obligados a abrir sus puertas, sin demasiado entusiasmo ante el tránsito de clientes.

Por otro lado, el freno durante la actividad aérea disminuyó más 700 vuelos cancelados y aeropuertos completamente vacíos. Todo el día tuvo trenes y solo funciona con unas pocas líneas de autobús.

Dos resultados

La medida de fuerza implementada por la mayoría de los movimientos sindicales argentinos ha tenido distintos resultados según el sector de la sociedad que observemos. Los funcionarios oficiales han intentado con todas sus fuerzas subestimar el peso del color, asegurando su comprensión e insistiendo en que no era efectivo. Horas antes de la meditación, el presidente Javier Milei había publicado una imagen suya en sus redes sociales con una tarjeta que contenía la frase ‘Yo no paro’ -no hago huelga-. Nada más iniciarse la cacería, el mandatario publicó una enigmática frase en la que comparaba la actualidad política con los faraones. «Nota de color… ¿Sabes cómo dice Faraón en hebreo? Las palabras… Creo que soy bueno para decirte algunas palabras suficientes…», escribió.

Incluso su opinión sobre la fortaleza de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que intentó restarle peso a la huelga refiriéndose a la misma como “la palabra de debilidad”. Además, el consejo funcional: «¿Quién necesita jugar e ir a trabajar?».

Sin embargo, los organizadores de la protesta no sólo se mostraron satisfechos con los resultados obtenidos por la rueda, sino que aspiran a repetir el medicamento de inmediato y advierten que la próxima vez durará 36 horas. «Viendo una palabra contundente frente a las costas y fondeados del país, el Gobierno debe tomar nota de la expresión de los trabajadores para reconfigurar su política de justicia», aseguró en una rueda de prensa al final de la jornada.

Resistencia al Congreso

Además de las idas y vueltas discursivas entre el Gobierno argentino y los sindicalistas, esta semana también tuvo un papel importante en la actividad del Congreso. El impulso de la ‘ley Ómnibus’ desde el oficialismo ha comenzado a discutirse en comisiones del Senado y, por el momento, parece no tener la rápida aprobación que esperaba el Gobierno argentino y la votación en esta cámara se extenderá cada día más. .

En momentos en que los medios locales se informan sobre la evolución del color en las calles, el proyecto de ley sigue bloqueado en el Congreso y es donde en estos días el oficialismo observa el eco de la resistencia que también han visto estos jóvenes. hecho notar en las calles donde volvió el silencio.