
La contaminación por combustibles fósiles aumentó un 1,1% el año pasado, según una encuesta revelada por el grupo climático Global Carbon Project

Activistas ambientales exhiben pancartas en un cochecito durante la temporada climática de las Naciones Unidas en Dubai el 5 de diciembre de 2023. Karim Sahib/AFP
La COP28 entró este día soleado en la discusión sobre cuándo y cómo terminará la dependencia de los combustibles fósiles con una barrera muy abierta, cuando un grupo de científicos anunció que el mundo podría superar la sombra del calendario de +1,5. ºC en tus años.
La conferencia, que batió récords y con más de 80.000 delegados registrados, durará dos intensos días de negociaciones, según diversas fuentes.
Desde el principio será responsabilidad de los ministros elegir entre las distintas opciones sobre la mesa, muchas alejadas entre sí.
La 28ª conferencia sobre cambio climático, bajo la presidencia de los Emiratos Árabes Unidos, cerrará oficialmente el 12 de diciembre.
Su principal objetivo es aumentar la ambición colectiva para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con la posibilidad de construir nuevos edificios, compromisos más estrictos y cifras de financiación más concretas.
La contaminación por combustibles fósiles ha aumentado un 1,1% el año pasado, según una investigación revelada por el grupo climático Global Carbon Project.
Los científicos creen que existe un riesgo del 50% de que el calor del agua en 2030 supere los 1,5 ºC respecto a la era preindustrial establecido como límite recomendado en el Acuerdo de París, firmado en 2015.
Borrador con tres opciones
Un informe de 24 páginas publicado el martes por la ONU presenta básicamente tres opciones sobre los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón).
La primera opción sería pedir una «venta ordenada y justa de los combustibles fósiles», sin mencionar una fecha.
Otra opción sería «acelerar los esfuerzos para abandonar los combustibles fósiles» de aquí a «mediados de siglo».
La tercera posibilidad es aún más abierta: «sin texto».
Es decir, abandonar por completo esta incómoda realidad: el mundo depende del momento en que los combustibles fósiles producen, consumen y explotan, y ni siquiera se puede eliminar.
El ministro saudí de Energía, Abdulaziz bin Salmán, se ha declarado «totalmente» partidario de reducir el consumo de petróleo.
«Quiero desafiar a todos los que (…) están subiendo públicamente diciendo que tenemos eso (subir de combustibles). Les daré el nombre y el teléfono, nos llamaremos y les preguntaremos cómo hacerlo», explicó en una entrevista.
La postura saudí parece ser secundaria respecto de China.
Rusia anunció por otro lado que el presidente Vladimir Putin viajaría a los Emiratos Árabes Unidos, una visita desesperada que no está claro si está relacionada con la COP28.
La razón oficial es mantener conversaciones sobre la cooperación y la situación en Oriente Medio.
La postura cautelosa de Brasil
El negociador brasileño, André Corrêa do Lago, se mostró cauto en el camino hacia el outlet.
«Tenemos un debate más estructurado a nivel internacional sobre las opciones en materia de combustibles fósiles. La gente habla de consumo, de reducción… Hay muchas cosas diferentes», explicó el diplomático.
Después del debate sobre el «aumento» o la «reducción» del uso de energías fósiles, hay un debate mucho más delicado sobre los recursos para los países pobres que tienen en abundancia.
«Si un país extremadamente pobre descubre petróleo, ¿cómo podemos decirle que no lo explote, si alguien le ayuda?» «, dijo a la AFP el diplomático cubano Pedro Luis Pedroso, quien este año fue anfitrión del importante grupo negociador del G77.
La presidencia de la COP28 está en manos del máximo responsable de la petrolera emiratí, Sultan Al Jaber.
Jaber demostró ante la aceptación que no se ha llevado a cabo una «reducción» del consumo de combustibles fósiles, pero tampoco su eliminación.
España ha decidido responder a la opción de salida con el anuncio de que se sumará a una alianza conocida como BOGA, lanzada hace dos años por Dinamarca y Costa Rica.
Esta alianza, ahora de 24 países, incluye un compromiso de no dar marcha atrás en ningún nuevo proyecto de combustibles fósiles.
El mundo debería reducir las emisiones de gases en un 43% de aquí a 2030, constató Jaber mientras corría.
Al ritmo actual, sólo el 2% lo tendrá, según la ONU.