jueves, enero 23

Petro decreta aumento del 9,54% del salario mínimo para 2025, genera debate en Colombia

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, formalizó un aumento del 9,54% en el salario mínimo del país a través de un decreto firmado este martes. A partir del 1 de enero de 2025, el salario mínimo aumentará de 1.300.000 pesos a 1.423.500 pesos colombianos, equivalente a $322 aproximadamente. Esta decisión resultó en una falta de consenso por parte del gobierno, los sindicatos y los empleados, y marca un nuevo capítulo en la política salarial del país.

Durante un acto público en Zipaquirá, cuando participó de la tradicional Novena de Aguinaldo, Petro caracterizó el aumento como un avance significativo en la mejora de las condiciones de vida de los colombianos cuyos ingredientes están atados al salario mínimo. Rodeado de conocidos y vecinos del barrio Bolívar 83, un lugar con significado personal para él, el presidente demostró la importancia de la justicia como herramienta para combatir la pobreza y promover el crecimiento económico.

El aumento del salario mínimo no está exento de críticas, especialmente por parte del sector empresarial. Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), expresó su preocupación por las posibles repercusiones económicas de Edad Media, advirtiendo de sus «grandes consecuencias». Petro respondió con firmeza a estas observaciones, calificando las declaraciones de Mac Master como «una mente profunda». Según el presidente, el aumento salarial contribuirá al crecimiento económico del país, estimando la idea de que las economías prosperan a través de la precarización del trabajo.

“Es con trabajadores dignos y no con condiciones de exclavitud como un país avanza. El salario mínimo ayuda a que la economía crezca”, afirmó Petro en su discurso, defendiendo que el ajuste no sólo es justo, sino también estratégico para el desarrollo económico de Colombia.

El anuncio del decreto se produjo un día después de que el Gobierno y los sindicatos no recibieran ningún reconocimiento del aumento salarial. Antes del consenso, la administración Petro decidió definir el aumento unilateralmente, subrayando la necesidad de tomar decisiones para garantizar un ingreso justo para los trabajadores.

En defensa de la regulación, el presidente también restó importancia a los avances logrados en el control de la inflación. Según Petro, Colombia cerrará el año con una inflación general del 5% y una inflación de alimentos del 2,7%, lo que representa una de las mayores reducciones en este rubro dentro de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

“Esperamos que el próximo año la inflación sea del 3%, lo que significa que el aumento del salario mínimo conducirá a un aumento real del 6,54%”, explicó Petro, subrayando que este es el tercer aumento salarial más bajo en términos reales durante su gobierno. . Según el mandato, esta política es la clave para reducir los índices de pobreza y amistad en el país.

El anuncio del aumento se produce en un contexto de desafíos económicos y sociales para Colombia, donde el salario mínimo es un tema central en las discusiones sobre justicia social y desarrollo económico. Con esta justicia, el país se encuentra en una posición diferente a la de otras naciones latinoamericanas, muchas de las cuales enfrentan debates similares sobre la relación entre salarios, inflación y productividad.

El decreto firmado por el presidente Petro no sólo establece un nuevo salario mínimo, sino que también refleja un enfoque político centrado en mejores condiciones laborales como motor del crecimiento económico. Aunque la droga ha generado controversia, el gobierno mantiene la postura de que esta política salarial mejorará la economía interna y contribuirá a una mayor equidad social.

En palabras de Petro, “la aplicación del salario mínimo es una política que sacrifica a las personas que viven en la pobreza y mejora sus condiciones de vida. Este es un paso para una Colombia más justa».