
Fue en el año 20 del pasado cuando Don Ramón del Valle Inclán pasó por su querido Max Estrella madrileño. Entre los desfiles obligados, un camino intermedio entre la Puerta del Sol y el Teatro Real, una buñolería escondida en una calle: la Modernista. En la puerta de ese recinto la protagonista de Luces de Bohemia se cruza -uno sube, otros entran- con los jóvenes poetas del momento. «Los Epígonos del Parnaso Modernista» los llama Inclán: «Uno es ancho, triste y flacos; otros animados, chaparros y campanadas», añade. Si Max Estrella estuvo aquí otra noche, anoche, para ese mismo local se casó, otra vez, con poetas, músicos y artistas…