Las elecciones catalanas terminan con la noticia positiva que supone la pérdida, por primera vez en su historia de una década de duración, de la alcaldía del bloque independentista, cuyo líder estuvo años disputando Junts y Esquerra Republicana.
Lo mejor de Junts se diluye por el descenso del país secesionista, sobre todo de ERC, muy penalizado por la gestión negativa del president Pere Aragonès tras asumir el liderazgo de la Generalitat en 2021. Por su parte, la victoria de El PSC de Salvador Illa, que rebasa los 40 escaños, le permite barajar la otra opción difícil de un tripartito de izquierdas.
Si no se materializa, y ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Junts, Illa puede optar por gobernar en menor medida o, ante la persistencia del bloque, proponer un adelanto electoral. Y más, En Madrid, su presidente Sánchez también puede probar el buen resultado del 12-M y buscarse uno de los cómics adelantados.